viernes, 31 de diciembre de 2010

Ideas son ideas. Emociones son emociones

Las ideas solo se puede combatir con ideas. Si una idea es mala, solo puedo remplazarla con  otra idea. Ese es un trabajo intelectual y de intelectuales. Pero yo no puedo enfrentar o combatir una idea equivocada con insultos o adjetivos, eso  significa que yo no tengo ideas y solo emociones. Que solo manifiesto emociones y rasgos de personalidad. Discutir de ideas entonces  es un trabajo esteril, una perdida de tiempo.
Detras de la s acciones de Hitler hay el concepto de nacionalismo. De creer que alguien es superior porque pertecene a una raza o a un territorio. Y ademas echarle la culpa de lo que le pasa a mi grupo a otro de distinta raza. Esa es una idea equivocada pero que hay que combatir con ideas. El nacionalismo como ideologia apela mucho a las emociones y las emociones no se pueden combatir con ideas. Pero el nacionalismo como ideologia si. El nacionalismo la teoria de la conspiracion la paranoia y el marxismo economico  hacen un buen maridaje.
 Pero no podemos vivir en el mundo de las buenas intenciones. Yo no dudo de la buenas de Chavez de acabar con la injusticia, pero acaso Venezuela no es cada dia mas pobre a pesar de todo su petroleo, y no es cierto que cada vez hay menos justicia en ese pais amen de menos libertad de expresion?.
Los comunistas contemporaneos no quieren dar la cara. Y hasta se refugian y amparan en el Liberalismo  Economico  para enfrentar  ideas que demuestran que estan  equivocados acerca de su estatismo. Dicen: no se necesita ser comunista ( yo lo soy dicen en su subconciente pero no se lo digas a nadie porque ahora esa palabra esta desvalorada, no es prestigioso  serlo) para darse cuenta que hay mucha injusticia y que la culpa es del capitalismo voraz, practicado por unos pocos empresarios que solo quieren ganar dinero a costa de los demas. Afirman que la derecha Liberal tambien lo dice. Siguen considerando que el capitalismo es imnatamente inmoral pero que ahora pueden mejoralo moralmente si se propicia la intervencion del estado para controlar mas. Controlar que no se enriquezcan tanto unos cuantos a costa de los demas  y mejorando la redistribucion. Ahi no hay muchas ideas, solo buenas intenciones.
Yo no creo que Chavez este acabando con la injusticia social en Venezuela. Yo no creo que Vargas Llosa sea un asesino de seres humanos, si , de ideas. Porque esa es la tarea del intelectual. La de terminar con ciertas ideas equivocadas tenidas como ciertas que le hacen dano al ser humano. Por eso la Politica es una rama de la Filosofia Moral. Pero el defender  o sustentar una idea no quiere decir que uno se crea dueno de la verdad.
Yo no creo que el Peru este regalando sus recursos naturales cuando las empresas extranjeras pagan mas del 50% de sus utilidades en impuestos. Y estamos viendo que en el Peru  la pobreza esta disminuyendo. Los mas optimistas internacionales  piensan que a este ritmo en quince o veinte  anos podriamos dejar de ser una pais subdesarrollado.
Asi que yo quisiera leer porque Chavez es un modelo a seguir?. Y como es que esta acabando con la injusticia social en su pais?.
Negarle la genialidad literaria a Borgues porque no estaba de acuerdo con el comunismo, con el estatismo o se hacia de la vista gorda con los asesinatos de los militares es como negarle cualquier credito intelectual a toda esa izquierda latinoamericana que se hizo de la vista gorda durante anos de los crimenes cometidos por gobiernos comunistas. Podemos si negarles a ambos algun credito moral, pero no intelectual o literario.
Vargas Llosa es un intelectual de la Politica, hace Politica cuando se refiere directamente a gobernantes y gobiernos como el de Chavez y Castro pero esto no  es argumento para negarle sus creditos literarios. Hacerlo es solo una reaccion emocional de gente de izquierda. Y no es nada honesta. Pero esta deshonestidad se explica en la irracionalidad de las emociones.
Claudio Mori

¿Qué cosa es confundir literatura con política? Epistemológicamente las disciplinas son diferentes en lo que respecta a sus objetos de estudio en la Universidad
Cuando hablamos de libros, hablamos de libros de papel impreso con letras que se organizan en un contenido. Dicho contenido pasa a formar parte del bagaje cognitivo, espiritual, intelectual (lo que te guste) que modifica (en el mejor de los casos) la configuración de las acciones sobre la realidad de los seres humanos. de allí la lógica de perseguir escritores en todas las épocas.
Desde el momento que hablamos de acción sobre la realidad de muchos humanos estamos hablando de acción política y por ende, todo libro tiene una acción sobre la realidad de los pueblos porque los textos son leídos por miles y al mismo tiempo son polisémicos y de es polisemia surge acuerdos y desacuerdos, por eso la importancia del debate. A esa acción se la denomina política
Cuando un imbécil (véase la etimología en latín) digamos Mauricio Macri, jefe de Gobierno de Buenos Aires, habla impacta sobre la configuración de la realidad y sus improperios son interpretados por otros humanos. Esa interacción con otros es el producto de la lectura de libros y realidades que se puede estudiar desde cualquier disciplina o ciencia (literatura, biologia, fisica, matematica, etc) pero esa interacción tiene un correlato directo: por ejemplo, despreciar a los inmigrantes latinoamercanos.
Si hablamos de libros, hablamos del contenido de ellos, de la interacción con la realidad, de los autores que van configurando  esa realidad, etc. Cuando discutimos de política discutimos de libros, hablamos de la polis y su paricular configuración de la realidad producto de sus lectores o sus no lectores.
Si afirmo "Vargas LLoza es un necio" porque considera que la modernización social implica terminar con quienes pretenden eliminar la injusticia, por ejemplo, terminar con Hugo Chavez y que los recursos naturales deben ser regalados a los poderosos del mundo mientras el pueblo peruano vive en la miseria, estoy afirmando que Vargas Llosa es un ignorante y presuntuoso asesino de escritos e ideas y, en consecuencia, asesino de seres humanos.
Cualquiera puede escribir medianamente bien y cuando ese arte de hacer las cosas bien se extiende a que las ideas de quienes escriben bien son buenas, tenemos un genocidio en puerta. Las ideas de alguien se contrastan con otras ideas, de quienes escribe peor, y del contraste con la realidad. Hitler termino con la desocupación del pueblo alemán y le dio un estandar de vida alto luego de años de miseria y dufrimiento esas buenas ideas justificaron que cuando el tipo dijo, la miseria y sufrimiento del que salimos es culpa de los inferiores y para que no se repita vamos a matarlos a todos... tenemos a los antepasados de Macri, de Vargas Llosa o de George Bush o...
Atacadoporlosperrros


 En librosgratis@gruposyahoo.com.ar, Claudio Mori gonzales <clagui57@...> escribió:
 Creo que muchos confunden literaratura con politica que son dos disciplinas
 diferentes pero que se entremezclan.  Sobre todo se entremezclan en el
> Ensayo, el genreo cultivado por Vargas Llosa que mas me gusta de el .Lo ha
> hecho la academia al negarle el Nobel a Borges. Y muchos le  han mesquinado
> y le mesquinan  cualquier merito solo por el hecho de sus ideas politicas.
> Me acuerdo aqui las criticas de Paul Auster ninguneandolo. Tambien lo hace
> Vargas Llosa en su discurso pero creo que mas que politico el es un
> intelectual. Si el tiene la razon o no en sus ideas no le quita que sea
> intelectual. Las ideas no se crean o expresan para que le gusten a alguien
> aunque acaban agradando o desagradando de entrada para despues sin que nos
> demos cuenta se adentren y posicionen en nuestras mentes.
> Yo no comparto las ideas de  Garcia Marquez pero me fascina como escribe
> como me fascina Borges.

Politica

Política

.

La política, del griego πολιτικος (pronunciación figurada: politikós, «ciudadano», «civil», «relativo al ordenamiento de la ciudad»), es la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad. Es el proceso orientado ideológicamente hacia la toma de decisiones para la consecución de los objetivos de un grupo. La ciencia política es una ciencia social que estudia dicha conducta de una forma académica utilizando técnicas de análisis político; los profesionales en esta ciencia adquieren el título de politólogos, mientras quienes desempeñan actividades profesionales a cargo del Estado o se presentan a elecciones se denominan políticos. El término fue ampliamente utilizado en Atenas a partir del siglo V antes de Cristo, en especial gracias a la obra de Aristóteles titulada, precisamente, Política. El mismo Aristóteles definía al ser humano como un animal político. También se la ha definido como la comunicación dotada de un poder, relación de fuerzas o como el arte de lo posible.

 

[editar] Aparición de la política como organización del sistema social

La política se remonta al Neolítico, donde se empezó a organizar la sociedad jerárquicamente apareciendo así el poder sobre los demás. Hasta aquella época el poder lo ocupaba el más fuerte o sabio del grupo, pero ya hay constancia de pueblos centroeuropeos y procedentes del mediterráneo que estaban organizados en un sistema que en ocasiones era absolutista, y como en el caso de algunas polis griegas (Atenas) o la cultura fenicia practicaban la democracia parcial, o estaban organizadas en asambleas.

El sistema político predominante era el absolutista, en el que todo el poder era ocupado por una sola persona. Este esquema político no cambió hasta el fin del Antiguo Régimen con la Revolución francesa en Europa y la constitución de Estados Unidos.

[editar] Concepciones históricas de la política

Definiciones clásicas apuntan a definir política como el "ejercicio del poder" en relación a un conflicto de intereses. Son famosas las definiciones fatalistas de Carl Schmitt de la política como juego o dialéctica amigo-enemigo, que tiene en la guerra su máxima expresión, o de Maurice Duverger, como lucha o combate de individuos y grupos para conquistar el poder que los vencedores usarían en su provecho. También está Max Weber, que define la política estrictamente en función del poder.

Una perspectiva opuesta contempla la política en un sentido ético, como una disposición a obrar en una sociedad utilizando el poder público organizado para lograr objetivos provechosos para el grupo. Así las definiciones posteriores del término han diferenciado poder como forma de acuerdo y decisión colectiva, de fuerza como uso de medidas coercitivas o la amenaza de su uso.

Una definición intermedia, que abarque a las otras dos, debe incorporar ambos momentos: medio y fin, violencia e interés general o bien común. Podría ser entendida como la actividad de quienes procuran obtener el poder, retenerlo o ejercitarlo con vistas a un fin que se vincula al bien o con el interés de la generalidad o pueblo.[1]

[editar] Sistemas políticos

[editar] Teorías e ideologías políticas en el espectro político

Esquema bidimensional que muestra las ideologías principales dentro del espectro político. En rojo el totalitarismo o estatismo, en azul el capitalismo o conservadurismo tradicionalista, en amarillo el totalismo o socialismo, en verde el liberalismo. El eje vertical corresponde al eje moral (autoritarismo-libertarismo) y el eje horizontal al eje económico (izquierda-derecha).

Todas las ideologías políticas se agrupan en torno a dos dimensiones que son la económica y la social. La dimensión económica está integrada por dos ideologías opuestas, izquierda-derecha, que forman una línea horizontal y la dimensión social está integrada por otras dos ideologías opuestas, autoritarismo-libertarismo,[2] [3] [4] que forman una línea vertical. Juntas estas dos dimensiones integran un mapa ideológico en el cual podemos encontrar cuatro grandes sistemas como el totalitarismo, capitalismo, socialismo y el liberalismo, y el punto en donde se cruzan las dos líneas se considera como el centro político.[3] [4]

[editar] Totalitarismo o estatismo

Es una ideología encasillada entre el autoritarismo y la ideología izquierdista. Las personas en esta categoría desean un gobierno para desempeñar dos funciones esenciales, el primero es hacer cumplir el orden moral y el segundo es garantizar que el Estado o sus miembros sean los principales beneficiarios de las acciones de los individuos.

[editar] Capitalismo o conservadurismo

Capitalismo es una ideología encasillada entre el autoritarismo y la ideología derechista. El capitalismo suele apoyarse en un conservadurismo de las normas morales y sociales tradicionales tendiendo a resistir los cambios rápidos, donde "estas normas tradicionales" están destinadas a ser el tipo de orden moral que existía desde siempre en la cultura. En un estado conservador, los ciudadanos están sujetos a la autoridad estatal, principalmente en los aspectos sociales de su vida, pero suele haber una gran libertad en el aspecto económico coexistiendo con una gran competitividad individual y empresarial.[2] [3] [4]

[editar] Socialismo o totalismo

En el espectro de cuadrantes es una ideología encasillada entre el libertarismo y la ideología izquierdista. El socialismo cree que la sociedad debe organizarse a lo largo de las líneas sociales en beneficio de todos, en lugar de para lo que se percibe como el beneficio de unos pocos. Sus principales ideas son la oposición al capitalismo, y una creencia en la igualdad, tanto política como económica.[2] [3] [4]

[editar] Liberalismo

Es una ideología encasillada entre el libertarismo y la ideología derechista. El liberalismo considera a la libertad individual como el más alto valor social y en la vida económica. Favorece el derecho a disentir de la ortodoxia o principios establecidos por las autoridades sociales o económicas. Esta definición combina los aspectos sociales del liberalismo de los Estados Unidos con los aspectos económicos del liberalismo europeo.

Moderado Económico Moral Extremo
Totalitarismo
Capitalismo
Socialismo
Liberalismo

[editar] Otras clasificaciones de las ideologías políticas

Se consideran otras dimensiones aparte de las dos típicas, en función de si se busca el perfeccionamiento de la humanidad o de solo una cultura, nación, sociedad o individuo, si una ideología es progresista o conservadora, individualista o totalista, si hay aceptación o rechazo de la propiedad privada,[5] o en función de si su cultura esta influenciada por otras. [6] [7] [8]

[editar] Progresistas o evolucionistas

Otra clasificación de las ideologías políticas.[5]

Son aquellas ideologías que proponen un finalismo histórico racionalista o positivista basado solo en el perfeccionamiento de la humanidad (antropocentrismo) que va más allá de las decisiones individuales o colectivas. Ven a la historia como un camino de realización y perfeccionamiento. Las ideologías económicas de derecha creen que ya se ha llegado a tal perfeccionamiento después del movimiento ilustrado y de la revolución francesa, mientras que las ideologías económicas de izquierda que surgieron después de la revolución industrial consideran que esta sociedad es injusta y que la plena realización humana sólo se dará cuando sea superada.[5]

Al contrario de las ideologías románticas, que no suelen identificarse con el status quo, las ideologías evolucionistas se identifican con posturas progresistas o reformistas.[5]

[editar] Románticas

Son las ideologías que por el contrario de las ideologías racionales proponen un finalismo histórico romántico basado en los ideales individuales o colectivos. No ven a la historia como un camino de realización y perfeccionamiento.[5] Algunas ideologías como el libertarismo carecen de un finalismo histórico concreto y niegan todo determinismo histórico que restrinja o atente en contra de la libertad individual. Las ideologías autoritarias ven como el sujeto de la historia a la nación, a la cultura o a la ley del más fuerte (egocentrismo, teocentrismo, etnocentrismo o estatocentrismo). Este dominio no tiene una fundamentación racional sino vital y emocional.[5] A diferencia de las ideologías dentro del espectro progresista que adoptan cambios parciales y graduales propios de posturas reformistas, las ideologías románticas se asocian más a cambios totales propios de posturas revolucionarias, reaccionarias y militaristas.[5]

[editar] Colectivistas o totalistas

Las ideologías que promueven el colectivismo o totalismo son las que dan prioridad al colectivo sobre el individuo argumentando que sin sociedad no hay individuos.[5] Cuando el estado se convierte en el centro de la vida política restringiendo las libertades individuales el totalismo se trasforma en totalitarismo.[5] Mientras que en el totalitarismo es más importante la nación sobre el individuo, en el totalismo es más importante la sociedad, por ello el nombre de socialismo.[5] En el nacionalismo extremo es más importante que el individuo el contexto cultural, las tradiciones, la religión, la lengua e incluso algunas veces la raza (etnocentrismo).

[editar] Individualistas

Las ideologías que promueven el individualismo son las que dan prioridad al individuo sobre el colectivo argumentando que sin individuos no hay sociedad.[5] Lo que distingue a las ideologías capitalistas y liberales racionales de las otras ideologías individualistas es el contrato social, que para su ejecución requiere de un estado que lo haga valer en pro de garantizar las libertades individuales. Mientras tanto las ideologías dentro del liberalismo extremo, económico y del socialismo moral son tan celosas de su libertad que niegan al contrato social interpretándolo como una forma de autoritarismo. En el capitalismo extremo y en el económico se considera a la corporación o empresa privada como persona jurídica (distinta de una persona física) que a menudo posee derechos amparados por la ley similares a aquellos de una persona natural o individuo, en donde en la mayoría de las veces, el poder ha sido transferido del estado a las grandes corporaciones o empresas privadas.

[editar] Aceptación de la propiedad privada

Unas ideologías interpretan a la propiedad privada como indispensable para la marcha de la economía y para el ejercicio efectivo de la libertad individual como es en el caso del liberalismo.[5] En el caso del capitalismo y el totalitarismo moral no anulan el derecho a la propiedad privada pero también quieren ponerla al servicio de los intereses de un estado o ideología dominante. Por el contrario, en el capitalismo extremo y económico, el estado está al servicio de los intereses de la empresa privada, el cual el poder se ha transferido desde el estado o sociedad a las grandes corporaciones (corporatocracia) formadas por una sociedad mercantil controlando los medios de producción. El liberalismo extremo y económico a través de la contraeconomía, tratan de suprimir o anular al estado por medio de empresas privadas (empresa agorista) por medio del mercado libre y el anarquismo de mercado, convirtiendo a los trabajadores e individuos en general, en empresarios radicales que controlan los medios de producción. Se oponen a la responsabilidad limitada (despersonalizada) de las corporaciones y a la propiedad inmaterial del capitalismo extremo y económico considerándola un privilegio forzado e ilegítimo. En cambio, piensan que las propiedades materiales (como suelos) sí pueden ser privadamente apropiados.

[editar] Rechazo de la propiedad privada

El totalitarismo y el socialismo racionales son ideologías que interpretan a la propiedad privada de los medios de producción como el origen de todos los males sociales.[5] En cambio las ideologías socialistas y liberales morales argumentan simplemente que la propiedad privada es un robo si no se ocupa o trabaja, distinguiéndola de aquella propiedad personal legítima producto del trabajo sobre una propiedad natural, aceptando algún grado de privatismo, bajo la concepción de que la humanidad pertenece a la naturaleza y no ésta a la humanidad. Las posturas ideológicas dentro del socialismo extremo a diferencia de las dos anteriores defiende que la propiedad natural es igualitaria. El socialismo extremo y económico es antagónico con cualquier modelo de organización corporativa mercantil (la empresa privada del capitalismo extremo y económico) o centralista (la empresa estatal del totalitarismo extremo y económico) que controlan los medios de producción, y aboga por el manejo de estos medios por parte de los mismos trabajadores creando corporaciones (empresa autogestionada) formadas por una sociedad civil normalmente de índole sindical. El modelo de empresa de las ideologías socialistas y liberales morales es la cooperativa considerada a medio camino entre el individualismo y el colectivismo económico, ya que intenta combinar armónicamente propiedad privada, empresa privada, competitividad y economía de mercado junto con democracia directa interna, empresa de autogestión, colaboración mutua, mercados sociales y otras formas de solidaridad voluntaria.

[editar] Aculturación política

Los renacimientos son otro tipo de ideologías dinámicas de un marco histórico mucho más amplio que puede adoptar tintes progresistas o románticos ya sea con el fin de mejorar la humanidad o con el fin de cumplir los ideales individuales y colectivos de una cultura o una nación tomando como marco de referencia sociedades, civilizaciones o culturas afines preexistentes más antiguas. Por lo tanto se diferencia del reformismo y las revoluciones, en la que estos solo se basan en cambios que dan soluciones a problemáticas generadas dentro del mismo curso de su historia, mientras que un renacimiento toma de referencia para la solución de sus problemas la forma de proceder de otras culturas muertas más antiguas.[7] En otras palabras el renacimiento es la adopción de una solución ya establecida en otra cultura, mientras que el reformismo y las revoluciones son producto del dinamismo interno y de adaptación al medio dando nuevas soluciones inventadas dentro del curso de la historia de la misma cultura. Ejemplo de un renacentismo reciente es el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, ya que este mezcló la ideología del partido con aspectos de la cosmogonía germánica precristiana.

El herodianismo, kemalismo o aculturación política es un especie de cambio por imitación que se diferencia del renacimiento en que la solución a problemáticas se toman no de otra cultura antigua sino de una cultura dominante, competidora o paralela en la escala temporal, es decir, adoptan soluciones prestadas tanto en la dimensión social como económica, mientras tanto el reformismo solo suele tomar cambios prestados de la dimensión económica pero guardan características en la dimensión social ajustándola al nuevo contexto con tintes propios. Ejemplos de herodianismo en épocas recientes se podrían citar al Movimiento Nacional Turco de Mustafa Kemal Atatürk durante los años treintas, y al movimiento neoliberal en Latinoamérica entre las décadas de los ochentas y noventas.[6] [8]

El proceso de aculturación política no es un proceso exclusivo de las culturas dominadas, sino también un proceso que suele afectar a la cultura dominante en su afán de abarcar todas las culturas (universalismo y globalización), como actualmente es el caso de occidente mediante unos procesos denominados multiculturalismo y relativismo cultural.[6] [8]

[editar] Rechazo a ultranza

El zelotismo esta en contraposición al herodianismo,[6] en la escala de dominancia, y el renacentismo, en la escala temporal, es una ideología que rechaza el proceso de aculturación política tomando una posición normalmente de índole ultra conservador o etnocentrista aceptando solo los parámetros sociales y económicos de su cultura actual. El antagonismo entre herodianismo y zelotismo es análogo al antagonismo entre progresismo y conservadurismo, pero difieren debido a que el plano de antagonismo entre las primeras es en relación a las interacciones con otras culturas, mientras que el antagonismo de las segundas es en relación a interacciones dentro de una misma cultura.

Los primitivistas rechazan desde sociedades agrarias hasta las sociedades más modernas (industriales) argumentando que la mejor sociedad es aquella donde el hombre se encuentra en su estado más natural (caza-recolección). Califican a la civilización y sus derivados como formas de imposición. Aunque los ideólogos principales son occidentales estos ven al progresismo como un mito monstruoso basado en la falsa idea de un desarrollo ilimitado sin tomar en cuenta que los recursos son limitados o las técnicas son efímeras, como en el caso del petróleo (sociedades modernas-industriales) o la tierra arable (sociedades agrarias).

[editar] Marketing político

Artículo principal: Marketing político

El marketing político es el conjunto de técnicas de investigación, planificación, gerenciamiento y comunicación que se utilizan en el diseño y ejecución de acciones estratégicas y tácticas a lo largo de una campaña política, sea ésta electoral o de difusión institucional. En la actualidad el Marketing Político presenta dos características adicionales: la mediatización y la videopolítica.

Si bien existen numerosas similitudes técnicas y metodológicas entre el Marketing Político y el Marketing Comercial, sus objetivos difieren notablemente. En el mundo comercial la lógica de mercado tiene como objetivo principal la satisfacción de una necesidad. En la esfera política la lógica de mercado tiene como objetivo la elección de una alternativa.

[editar] Véase también

[editar] Referencias

  1. Hugo E. Herrera, ¿De qué hablamos cuando hablamos de Estado? Ensayo filosófico de justificación de la praxis política. Ies, Santiago (Chile) 2009, 67 ss.
  2. a b c George Lakoff 1996. Moral politics : What Conservatives Know that Liberals Don't, University of Chicago Press. ISBN 978-0-226-46805-1
    • 2001 Edition. Moral Politics: How Liberals and Conservatives Think, University of Chicago Press. ISBN 978-0-226-46771-9
  3. a b c d Slomp, Hans (2000). European Politics Into the Twenty-First Century: Integration and Division. Westport: Praeger. ISBN 0275968146. 
  4. a b c d «David Nolan - Libertarian Celebrity». Advocates for Self Government. Consultado el 18-06-2010.
  5. a b c d e f g h i j k l m Andrés Ariel Luetich. Clasificación de las ideologías políticas. Actas de la Academia Luventicus 2002 (1): 1-10. Rosario, 2002. ISSN 1666-7581.
  6. a b c d Arnold J. Toynbee (1954), A Study of History Vol VIII: Heroic Ages; Contacts between Civilizations in Space, Oxford University Press.
  7. a b Arnold J. Toynbee (1954), A Study of History Vol IX: Contacts between Civilizations in Time; Law and Freedom in History; The Prospects of the Western Civilization, Oxford University Press.
  8. a b c Samuel Phillips Huntington, The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order, New York: Simon & Schuster, 1996

[editar] Bibliografía

[editar] Enlaces externos

domingo, 26 de diciembre de 2010

Nicolas Maquivello

Nicolás Maquiavelo

Machiavelli con las insignias de oficial público florentino.

Nicolás Maquiavelo (en italiano Niccolò di Bernardo dei Machiavelli) (Florencia, 3 de mayo de 1469 - Florencia, 21 de junio de 1527) fue un diplomático, funcionario público, filósofo político y escritor italiano.

 

[editar] Biografía

Nicolás Maquiavelo nació en el pequeño pueblo de San Casciano in Val di Pesa, a unos quince kilómetros de Florencia el 3 de mayo de 1469, hijo de Bernardo Machiavelli (abogado perteneciente a una empobrecida rama de una antigua familia influyente de Florencia) y de Bartolomea di Stefano Nelli, ambos de familias cultas y de orígenes nobiliarios pero con pocos recursos a causa de las deudas del padre.

Entre 1494 y 1512 Maquiavelo estuvo a cargo de una oficina pública. Viajó a varias cortes en Francia, Alemania y otras ciudades-estado italianas en misiones diplomáticas. En 1512 fue encarcelado por un breve periodo en Florencia, y después fue exiliado y despachado a San Casciano. Murió en Florencia en 1527 y fue sepultado en la Santa Cruz.

[editar] Biografía detallada

Su vida podría ser dividida en tres periodos; cada uno de ellos representa en sí mismo la historia de Florencia. Su juventud coincidió con la grandeza de Florencia como potencia italiana, bajo el mandato de Lorenzo de Médicis, El Magnífico. La caída de los Médici en Florencia ocurrió en 1494, el mismo año en el que Maquiavelo se integraba en el servicio público. Durante su carrera como oficial, Florencia fue libre bajo el gobierno de una república, la cual duró hasta 1512, cuando los Medici regresaron al poder, y Maquiavelo perdió su puesto. Los Medici gobernaron Florencia desde 1512 hasta 1527, cuando fueron nuevamente retirados del poder. Este fue el período de actividad literaria de Maquiavelo, y también de su creciente influencia; sin embargo, murió a semanas de la expulsión de los Medici, el 21 de junio de 1527, a los cincuenta y ocho años, sin haber recuperado su cargo.

[editar] Juventud

Aunque se tienen pocos registros de la juventud de Maquiavelo, la Florencia de aquellos días era tan bien conocida que es fácil imaginar el ambiente en el que el joven ciudadano se desenvolvía. Florencia era una ciudad con dos corrientes opuestas, una representada por el austero Girolamo Savonarola y la otra por Lorenzo, amante del esplendor. Aunque el poder de Savonarola sobre las fortunas florentinas era inmenso, no parece haber sido muy importante para Maquiavelo puesto que sólo lo menciona en El Príncipe como un malogrado profeta desarmado. Por otra parte, la magnificencia del mandato de Lorenzo impresionó fuertemente a Maquiavelo, llegando incluso a dedicar El Príncipe al nieto de Lorenzo. Maquiavelo fue considerado uno de los grandes escritores en su colegio. Era un escritor y fue un militar muy reconocido que influyó en el humanismo.

[editar] Servicio Civil

En el segundo periodo de su vida surgió en el servicio militar Libre de Florencia, la cual pasó de la expulsión de los Médici en 1494 cuando Maquiavelo tenía 25 años, y duró hasta el regreso de los Médici (familia que posee mayor poder económico en Florencia), en 1512. Después de servir cuatro años en una oficina pública como secretario, fue nombrado Canciller y Secretario de la Segunda Cancillería. Tomó un rol importante en los asuntos de la república, habiendo quedado sus decretos, sus registros y sus despachos para guiarnos, así como sus propios escritos. Pese a que tuvo posiciones altas en el panorama público y político, él las evitaba ya que aceptaba cualquier tipo de trabajo a cambio de poco sueldo; pues siempre manifestó que no aspiraba a ser rico.

Estatua de Maquiavelo en la Galería Uffizi.

Su primera misión fue en 1499, para Caterina Sforza, "Mi dama de Forli" en El Príncipe, de cuya conducta y suerte, Maquiavelo extrajo la moraleja: de que es mejor ganar la confianza de la gente que confiar en la fuerza. Será un concepto muy importante para Maquiavelo, y es señalado en muchas formas como de vital importancia para aquellos que quieran ostentar el poder.

En 1500 fue enviado a Francia para convencer a Luis XII la conveniencia de continuar la guerra contra Pisa. Será éste el rey que, en su política con respecto a Italia, comete los cinco errores capitales del poder resumidos en El Príncipe.

La vida pública de Maquiavelo estuvo enmarcada en sucesos surgidos por la ambición del papa Alejandro VI y de su hijo, César Borgia, el duque Valentino; ambos personajes ocupan un gran espacio en El Príncipe. Maquiavelo no vacila en citar las acciones del duque en beneficio de los usurpadores que quieren quedarse con los estados que conquistan; de hecho, Maquiavelo no encuentra mejores preceptos que enseñar que los patrones de conducta de César Borgia. Por ello, para algunos críticos, César es el "héroe" de El Príncipe. Aun así, el duque es señalado en El Príncipe como el tipo de hombre que crece con la fortuna de otros, y cae de la misma manera; quien toma el rumbo que podría esperarse de cualquier hombre prudente, excepto el curso que lo salvará; quien está preparado para todas las eventualidades, excepto para la que finalmente llega; y quien, cuando sus habilidades le son insuficientes para solucionar un problema, exclama que no ha sido su culpa, sino la de una extraordinaria e imprevista fatalidad. César Borgia también era un gran humanista y contrató a Leonardo Da Vinci para que le realizara varias pinturas. En diversas ocasiones, Maquiavelo coincidió con Leonardo, manteniendo con él largas conversaciones.

A la muerte de Alejandro VI, en 1503, Maquiavelo fue enviado a observar la elección del sucesor, y ahí se da cuenta de las maniobras de César Borgia para forzar la elección de Giuliano delle Rovere (Papa Julio II), que era uno de los cardenales que más temían al duque. Maquiavelo, al comentar esta elección, dice: que aquel que piense que los favores harán que los grandes personajes olviden ofensas pasadas se engaña a sí mismo. Y así, Julio II no descansó hasta ver a César en la ruina.

Precisamente fue con Julio II con el que Maquiavelo cumplió su encargo en 1506, al mismo tiempo que el pontífice comenzaba su cruzada en contra de Bolonia; una campaña que resultó ser solo una más de sus exitosas aventuras, gracias en gran parte a su carácter impetuoso. Con respecto al Papa Julio II, Maquiavelo nos presenta las semejanzas que existen entre la Fortuna y las mujeres. Y concluye que el osado, y no el cauteloso, es el que conquistará a ambas.

En 1507 lo destinaron a Alemania como diplomático para parlamentar con el emperador Maximiliano I sobre las medidas expansionistas que quería adoptar dicho emperador. Maximiliano, sorprendido por la inteligencia y elocuencia de Maquiavelo, fue convencido a no invadir territorios italianos y menos aún Florencia, que era la intención que tenía el emperador. Sobre los alemanes concretamente, Maquiavelo dijo: los alemanes son una grandísima fuerza militar, pero tienen y tendrán una política muy débil.

Busto de Maquiavelo.

El emperador Maximiliano fue uno de los hombres más interesantes de la época, y su carácter había sido moldeado por múltiples manos; pero Maquiavelo revela el secreto de las constantes fallas del emperador cuando lo describe como un hombre retraído, sin fuerza de carácter, y sin los arrestos necesarios para llevar a cabo sus planes, o insistir en el cumplimiento de sus deseos.

Otros personajes fueron estudiados por Maquiavelo. Maquiavelo, por ejemplo, retrató a Fernando II de Aragón como el hombre que conseguía grandes conquistas bajo el manto protector de la religión, pero que en realidad desconocía los principios de la piedad, la fe, la humanidad y la integridad; sin embargo, para Maquiavelo, poco hubiese alcanzado Fernando de Aragón si alguna vez se hubiese dejado influir por dichos principios.

Los demás años de Maquiavelo en el servicio público transcurrieron alrededor de los eventos surgidos a partir de la Liga de Cambrai, formada en 1508 entre las tres grandes potencias europeas y el papa, con el objeto de destruir a la República Veneciana. Después de la batalla de Agnadello, Venecia perdió en un día todo lo ganado en ochocientos años. A raíz de esta batalla surgió un problema entre el papa y Francia, que dejó a Florencia desprotegida y a merced del papa. Éste impuso el regreso de los Medici el primero de Septiembre de 1512. La consecuente caída de la república provocó el despido de Maquiavelo del servicio público y el fin de su carrera como oficial.

[editar] Exilio

Al regreso de los Medici, Maquiavelo, quien había mantenido esperanzas de retener su puesto bajo el mandato de los nuevos amos de Florencia, fue despedido por decreto el 7 de noviembre de 1512. Fue apresado y torturado al pertenecer a una conspiración contra los tiranos Médici, junto con su amigo Giovanni Battaini y 20 personas más. El nuevo pontífice, León X, medió para liberarlo y Maquiavelo se retiró a su pequeña propiedad en San Casciano in Val di Pesa, a unos quince kilómetros de Florencia. Aquí malvive talando un bosque de su propiedad junto con unos obreros contratados y sobrevive con este pesado trabajo. También se dedica a la agricultura y a la ganadería y convivía con los obreros, con ellos comía, jugaba y hablaba, para sentirse vivo. Sus amigos de la ciudad le dan la espalda. Pero aunque son los peores años de su vida, Maquiavelo tiene en las noches su espacio para la libertad y el bienestar. Cada noche se desvestía de sus vestimentas de trabajo y se ponía trajes de cuando su servicio civil. Una vez así ataviado leía a Dante, a Petrarca y a Ovidio y fue entonces en aquellas solitarias cuando empieza a dedicarse en cuerpo y alma a la literatura. Logró escribir ocho libros escritos la mayoría con una prosa ágil y clara entre 1513 y 1525. En una carta a Francesco Vettori, fechada en diciembre de 1513, dejó una descripción interesante de su vida en ese período, y un esbozo de sus motivos para escribir El Príncipe.

Llegó a dar una réplica El Príncipe a los Médicis, pero estos lo despreciaron. Maquiavelo escribe su segunda obra de más importancia en su bibliografía llamada Discursos de la primera década de Tito Livio, donde muestra Nicolás Maquiavelo su verdadera visión política, describiendo como mejor forma de gobierno una república y no una monarquía absoluta entre otras cosas más importantes. Luego realiza Discurso sobre el Arte de la Guerra y su comedia La mandrágora. Pese a ser años de penuria en donde su mente sufría, Maquiavelo sacó lo mejor de su talento.

[editar] Últimos años

Pese a recibir la amnistía en 1521, es acusado poco después de este hecho por ser falsamente involucrado en una conspiración de golpe de estado contra los Médici. De nuevo es torturado y apresado, pero por poco tiempo ya que consigue la liberación y le mandan que logre la liberación de unos trabajadores de la lana que habían sido secuestrados por un grupo de malhechores. Maquiavelo logró la liberación y fue pagado con una buena cantidad de dinero por el gremio de la lana. Con una parte de este dinero compra un billete de lotería y le tocan 20.000 ducados en dicha lotería, con los que paga diversas deudas y se pone al día. Trabaja en la academia humanista de Bernardo Rucellai, traduciendo la obra griega de Polibio, de la que recoge muchas ideas sobre el gobierno en república. El nuevo papa Júlio de Medici Clemente VII, lo vuelve a acercar a la política y le encarga a Maquiavelo una obra sobre la Historia de Florencia. Maquiavelo acepta y es pagado con 120 florines, pero es acusado de ser partidario de los Médicis, algo absurdo, por haber sido acusado de preparar un golpe de estado contra ellos, y de nuevo denostado por la opinión pública.

Murió olvidado y dejado en 1527. Dejó un gran legado que tuvo más éxito en siglos posteriores que en la época en la que le tocó vivir, ya que aunque él nunca quiso predecir el futuro, lo consiguió estudiando el presente. Defendió la colectividad a la individualidad y siempre dijo la cruenta y única verdad sobre la política y de sus gobernantes.

[editar] El pensamiento político de Nicolás Maquiavelo

Aunque Maquiavelo nunca lo dijo, se le atribuye la frase "el fin justifica los medios", ya que resume muchas de sus ideas.

Se considera a Maquiavelo como uno de los teóricos políticos más notables del Renacimiento, pues con su aporte se abre camino a la modernidad en su concepción política y a la reestructuración social.

Tradicionalmente, se ha encontrado una aporía en el pensamiento maquiaveliano como consecuencia de la difícil conciliación de sus dos obras principales, los Discursos sobre la primera década de Tito Livio y El príncipe.

En los Discursos, Maquiavelo se declara partidario de la república, partiendo del supuesto de que toda comunidad tiene dos espíritus contrapuestos: el del pueblo y el de los grandes (que quieren gobernar al pueblo), que están en constante conflicto. Para Maquiavelo el mejor régimen es una República bien organizada (toma como ejemplo la República Romana), aquella que logre dar participación a los dos partidos de la comunidad para de esta manera contener el conflicto político dentro de la esfera pública.

Maquiavelo señala, y de aquí la calificación de bien organizada, que es primordial que en dicha república se disponga de las instituciones necesarias para canalizar el conflicto dentro de las mismas sin las cuales la república se desarmaría. Ninguna de las otras formas de gobierno como la aristocracia, la tiranía, la democracia o la monarquía logran el equilibrio de los partidos dentro del régimen por lo que son inestables.

Los intérpretes proclives a las tesis republicanas han pretendido, desde Rousseau, conciliar la contradicción entre los Discursos y El príncipe considerando que este último supone un ejercicio de ironía que sencillamente desnudaba a la luz pública lo que eran las verdaderas prácticas del poder.

Sin embargo, la oposición a la república que podría inferirse en El príncipe, debe tenerse en cuenta que cuando Maquiavelo lo escribe está escribiendo para mostrar a Lorenzo II de Médici como debe desempeñarse si es que quiere unificar Italia y sacarla de la crisis en la que se encuentra. Maquiavelo aclara también que puede existir un hombre cuya virtud política (saber aprovechar los momentos de fortuna y escapar de los desfavorables) supere a la república en conjunto pero dicha virtud política morirá con el mortal que la posea, cosa que no ocurriría en una república bien organizada.

Además de esto, debe recordarse que el Príncipe presenta analogías con la figura romana y republicana del dictador, investido de poderes absolutos durante un breve período y teniendo que rendir cuentas posteriormente ante la república. En este sentido, la contradicción entre los dos textos principales de Maquiavelo no es tal. Si es así, entonces el principado y la república deberían ser entendidos como formas de gobierno subordinadas a la auténtica preocupación política de Maquiavelo: la formación de un Estado moderno en la Italia de su tiempo.

Maquiavelo entiende que todo Príncipe debe tener virtud y fortuna para subir al poder: virtud al tomar buenas decisiones y fortuna al tratar de conquistar un territorio y encontrarse con una situación (que no fue provocada por él mismo) que lo ayuda o beneficie conquistar. Aquel príncipe que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo éste vil y déspota; debe entender que una vez subido al poder tiene que cambiar esa actitud hacia el pueblo. Dándole liberio al pueblo, para ganarse el favor del mismo, ya que al fin y al cabo estos serán los que decidan su futuro.

Maquiavelo fue además un auténtico precursor del trabajo de los analistas políticos y columnistas de nuestros días: "todos estos príncipes nuestros tienen un propósito, y puesto que nos es imposible conocer sus secretos, nos vemos obligados en parte a inferirlo de las palabras y los actos que cumplen, y en parte a imaginarlo" (carta a Francesco Vettori, julio de 1513).

En todo caso, distintos textos del pensador arrojan luces y sombras sobre la coherencia interna de su obra. Así, el florentino llega a afirmar no sin ironía que "desde hace un tiempo a esta parte, yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla" (carta a Francesco Guicciardini, mayo de 1521).

[editar] Obras

  • Discurso sobre la corte de Pisa, 1499
  • Del modo di trattare i popoli della Valdichiana ribellati, 1502
  • Del modo tenuto dal duca Valentino nell' ammazzare Vitellozzo Vitelli, Oliverotto da Fermo, etc., 1502
  • Discorso sopra la provisione del danaro, 1502
  • Decennale primo (poema), 1506
  • Retrato de la corte de Alemania, 1508-1512
  • Decennale secondo, 1509
  • Retrato de la corte de Francia, 1510
  • Discursos sobre la primera década de Tito Livio, 3 volúmenes, 1512-1517
  • El Príncipe, 1513
  • Andria, comedia, 1517
  • La mandrágora, comedia en prosa de cinco actos, con prólogo en verso, 1518
  • Della lingua (diálogo), 1514
  • Clizia, comedia en prosa, 1525
  • Belfagor arcidiavolo (novela), 1515
  • Asino d'oro (poema), 1517
  • Del Arte de la Guerra, 1519-1520
  • Discorso sopra il riformare lo stato di Firenze, 1520
  • Sumario de la corte de la ciudad de Lucca, 1520
  • Vita di Castruccio Castracani da Lucca, 1520
  • Historia de Florencia, 8 libros, 1520-1525

[editar] Véase también

[editar] Bibliografía

  • Dirk Hoeges: Niccolò Machiavelli, Die Macht und der Schein, C.H. Beck, München 2000, ISBN 3-406-45864-5.
  • Dirk Hoeges, Niccolò Machiavelli. Dichter-Poeta. Mit sämtlichen Gedichten, deutsch/italienisch. Con tutte le poesie,tedesco/italiano, Reihe: Dialoghi/Dialogues: Literatur und Kultur Italiens und Frankreichs, Band 10, Peter Lang Verlag, Frankfurt/M. u.a. 2006, ISBN 3-631-54669-6.
  • Maquiavelo, Nicolás: "Epistolario privado. Las cartas que nos desvelan el pensamiento y la personalidad de uno de los intelectuales más importantes del Renacimiento", Forte, José Manuel (edición y traducción), Madrid, La Esfera de los Libros, 2007, 435 págs, ISBN 978-84-9734-661-0
  • Gómez Miguel, Raúl. Política. El poder de las palabras, las ideas y el ingenio, Trillas, México, 2008.
  • Mascia Ferri, L'opinione pubblica e il sovrano in Machiavelli, in «The Lab's Quarterly»,n.2 aprile-giugno,Università di Pisa,2008, pp. 420-433.

[editar] Enlaces externos